sábado, 14 de octubre de 2017

MERECER

Si fuese fácil diría que sí a todo aquel placer que me da un boom instantáneo y pasajero pero que al acabar el sabor es amargo y falso.

Si fuese igual que muchas pensaría en pequeño y menos en mí misma. No es que infravalore a las mujeres, ni mucho menos. Simplemente pienso que en una sociedad no igualitaria y con un pasado y una historia de marginación, infravaloración y abusos, el sentirse insuficiente, no respetada y frustrada es un echo tristemente común.

Si fuese sólo guapa quizás tendría más gente a mi alrededor y podría manejar a la vez a muchos más hombres y mujeres. Pero eso a mi no me interesa.

Si sólo me interesase lo común, aquello que se publicita en mi generación, sería una amargada. Carecería de carácter y de sentido común. Sería una copia que nadie echaría en falta una vez me fuese.

Si fuese como alguien alguna vez quiso. Si fuese perfecta, linda y bonita, sería en contraposición fea y sintética. Llena de máscaras, llena de sombras y con la voz muda y nunca sería capaz de desnudarme del todo.


Si fuese pobre no creo que sería por falta de principios. La única pobreza real es aquella que no se observa al ojo desnudo. De echo, si observo con detenimiento, en muchas ocasiones me apiado de hechos y personas que creen tener todo el oro del mundo.